Mantener el espíritu del tiempo de la Navidad con las Cartas de San Juan

Por Diario Digital Dominicano

Por el Padre Manuel Antonio Garcia Salcedo, Arquidiócesis de Santo Domingo.-La Navidad continúa. Para mantener este espíritu, en la Iglesia Católica se proclaman hasta mediados de enero como primera lectura Las Cartas de San Juan. Hay una relacionalidad entre ellas por tantos puntos en común que poseen.

El origen de estas se debe a las comunidades cristianas eucarísticas guiadas bajo el pastoreo de los discípulos de San Juan Apóstol. De ello dan testimonio importantísimos santos sucesores de San Juan Apóstol.

El Padre Apostólico de la Iglesia y Mártir, el Obispo San Policarpo de Esmirna, discípulo de San Juan Apóstol, da testimonio de la autoría de estas cartas que poseen la impronta del Discípulo Amado, impronta presente en el credo de estas iglesias presente en el Himno o prólogo de San Juan: Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.

El segundo de estos testigos, sucesor de San Policarpo de Esmirna, el Padre Apologista San Ireneo de Lyon, quien hace 2 años para estas fechas, el Papa Francisco le declara Doctor de la Iglesia. Este gran defensor o apologeta del papado, de la misión de San Pedro Apóstol, Obispo de Roma, es el gran teólogo de la Sucesión Apostólica.

Para que un Obispo sea legítimo debe estar en Comunión con el Obispo de Roma y con sus sucesores. Cada antecesor de ellos ha de venir de la época de los apóstoles mismos que conforman una cadena interrumpida.

El Papá Francisco declara que San Ireneo de Lyon, como Doctor Universal de la Iglesia, posee el magisterio de la unidad entre el oriente y el occidente cristiano, encomendándole la vuelta a la unidad tan anhelada. Estos dos Padres de la Iglesia atestiguan la tradición joánica de las tres cartas que forman parte del Canon de la Iglesia Católica de las Sagradas Escrituras.

Vamos a aproximarnos más a las 3 cartas colocándolas una al lado de la otra, veremos que la primera y tercera carta no tienen tantas similitudes, como la primera y la segunda. A la vez nos percatamos que la segunda y la tercera se parecen bastante. Más afines son la primera y la segunda, y la segunda y la tercera carta. No así la primera y la tercera. Esto es importante para conocer incluso el orden de su fecha de redacción.

Para conocer la antigüedad son tres posibles parámetros que nos ayudan:

  1. Lo rústico o burdo,
  2. Lo difícil o complicado
  3. Lo breve

El ejemplo perfecto de esto es el Evangelio más antiguo de todos de los cuatro, San Marcos de16 capítulo, el más breve, rústico y complicado, que tiene en sus siguientes redacciones explicaciones de las costumbres de los judíos porque sus destinatarios eran paganos romanos de la ciudad de Roma.

Este caso viene a aplicarse con las Cartas de San Juan en el orden cronológico de su redacción. Las 3 cartas tratan de controversias, pugnas, dificultades, pleitos, situaciones difíciles y complicadas, enfrentamientos, es decir, conflictos. La más antigua de todas, III de San Juan, en base a los tres criterios antes expuestos. El orden en que se encuentran estas 3 cartas en las traducciones de la Biblia se debe a la extensión de estas.

El contexto de la III Carta fue el rechazo a un grupo de hermanos de otras iglesias que iban a llevar el servicio de la fe a esta comunidad dirigida por el Presbítero, por el Anciano, lo que desata una situación difícil entre este cristiano probado que garantiza hacer las cosas como Dios manda. Existe un antagonista, una persona que no cumple el mandamiento del amor, una persona impositiva que quiere adueñarse y dirigir la Iglesia

La II Carta, a diferencia de las otras dos, está dirigida a la Esposa, a la Iglesia. Aparece en la comunidad el adversario, el seductor, el anticristo. Tema común con la I de Juan es el mandamiento del amor, y de ello se desprende el discernimiento de espíritus que no es una resolución de inmediato como si fuera un adivino o un vidente.

El discernimiento de espíritus toma tiempo, mucha investigación, es un don que se recibe y un arte a cultivar y purificarlo ante situaciones de ocurrir en cualquier comunidad humana en las que pueden aparecer personas excesivamente generosas, de asistencia de manera llamativa y con halagos para apoderarse, boicotear y dar golpes de estado para apoderarse de la institución. Este es el anticristo personificado

La I Carta de San Juan desglosa todos estos temas y de manera puntual el tema de la verdad, el tema de los hijos de la luz, el tema de la mentira para responder a la pregunta quién es el mentiroso o el príncipe de la mentira. La más extensa de las 3 cartas, la primera carta de San Juan no es una carta como tal, sino un verdadero compendio de enseñanzas en los 5 capítulos que la conforman. una verdadera catequesis de vida comunitaria y de exhortación en un tono de polémica para hacer frente a los enfrentamientos entre bandos.

De ello depende la subsistencia y la prolongación en el tiempo de esta comunidad apostólica cuyo mensaje central es el amor de Dios en Cristo Jesús y los hermanos. Leamos las Cartas de San Juan. IDENTIDAD CATOLICA. *Doctor en Teología Católica.

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