Nuestra historia reciente va de capa caída

El conocimiento de nuestras gestas cae en el marasmo

Por Diario Digital Dominicano

Diario Digital Dominicano, por Claudia Fernández, Santo Domingo DN, República Dominicana.-
Una población joven desnutrida de historia patria, de la de siempre y de la reciente, es lo que se está formando en la escuela nacional, si a eso le sumamos la crisis de valores imperante en nuestra sociedad, tenemos el componente perfecto para un marasmo crónico de nuestra juventud, que en un momento fue un divino tesoro, parodiando al poeta nicaragüense Rubén Darío, lleva décadas sin conocer ese preciado alimento del conocimiento.

Cada vez son menos, y son menos porque el tiempo, que lo aniquila todo los va desapareciendo, quedan unos cuantos que se dedican a preservar la memoria histórica reciente de nuestra nación, pero la vergüenza mayor es que en las aulas de nuestro país no se imparte la historia sucedida apenas en el pasado siglo XX. ¿Por qué? Es la pregunta obligada. Será porque los que imparten docencia no la conocen o alguien lo prohibió de manera oculta.

Para muestra, un botón, pregunte a cualquiera, no importa que sea licenciado en pedagogía, ya no son maestros o alumno, si saben qué fue el desembarco de Luperón, ocurrido en 1949, primer intento serio por derrocar la tiranía trujillista, para seguir con el de Constanza Maimón y Estero Hondo, de 1959, cuyos mártires deben ser elevados y ensalzados como lo que fueron, héroes, super héroes históricos que solo se recuerdan en conmemoraciones específicas, pero en las escuelas…¡qué va! Ese desconocimiento, prohíja y alimenta los antivalores de todo tipo, al punto que se resaltan como ejemplos a seguir. Los ejemplos abundan y hasta sobran.

Mientras tanto, las autoridades del Ministerio de Educación andan enfrascadas en “un dime y direte” con la Asociación Dominicana de Profesores, sin contar con la parte más importante, los alumnos, que cada día disminuyen en sus facultades y conocimientos producto de la desidia de ambas partes.

Si usted pregunta en un aula, quien fue Manolo Tavarez Justo, se hace un silencio absoluto, y si la pregunta es sobre Francisco Alberto Caamaño Deñó, todo el mundo se mira, y el silencio pesa más.

De la Revolución de Abril de 1965, ni hablar, mucho menos de los oprobiosos años del balaguerato. Con un país carcomido por la ignorancia sobre estos temas y otros no menos importantes de nuestra gloriosa historia nacional, y además un país en donde se hace culto a la violencia y los antivalores, ¿qué se puede esperar?
Lo preocupante es que, al parecer, la situación parece no afectar a las autoridades del MINERD y muchos menos a la ADP, ¿hasta dónde vamos a llegar? Como colofón, tampoco se imparte moral y cívica en los planteles escolares de nuestro país

Contenido relacionado