Por el Dr. Leonardo Andujar Zaiter.-Crecer espiritualmente, entonces, lo mejor estará por venir.
Es darse la oportunidad a impactar el interior con la abundancia que Dios destina a quienes buscan de lo divino.
Resultará interesante considerar la decisión personal de tomar el camino que nos pondrá en conexión permanente.
La vida emprenderá el giro necesitado y todo cambiará en razón a lo propuesto confiadamente a nosotros.
Crecer espiritualmente, privilegiará cada segundo a vivir y acercará al trono deseado sentir.
Empecemos firmemente a sembrar la semilla que brindará sombra y protección.
La paciencia es requerida para esperar el tiempo ideal y ver manifestar los frutos que terminaran esas miserias arrastradas.
Crecer espiritualmente, permitirá germinar la vida y acabar la escasez que impide disfrutar de lo realmente valioso.
El avance interior jamás podrá ser detenido, pues, arruinaremos la confianza de Dios.
La vida transformará para bien y afirmará en Dios, todo será posible y sus promesas marcarán prosperidad.
Nada habrá de arrepentirnos, ya que, Dios colocará en justo lugar y momento.
La vida contemplada a partir del entendimiento construido sobre Dios, recreará lo anhelado.
Crecer espiritualmente, renueva la vida de acuerdo a la justicia y a la verdad manifestada de adentro hacia afuera.
El hombre aunque no lo externe, vive sediento de sabiduría divina que solo encontrará, al recorrer el camino destinado a conectar con Dios.
A bien concluimos diciendo, crecer espiritualmente, llevará a descubrir el gran tesoro escondido que proveerá la victoria y gozo en medio del peor acontecimiento y temible lucha.
Crecer espiritualmente, comprobará la fuente de poder divino habitada interiormente.
¿Sabes la importancia de crecer espiritualmente?