Fernando Rodríguez: Calculados ataques contra el magisterio

Por Diario Digital Dominicano

Diario Digital Dominicano, por Francisco Luciano, Santo Domingo DN, 12 octubre 2017.-Todo parece indicar que un influyente sector de  poder, anda buscando desacreditar las instituciones que a fuerza de trabajo, esfuerzos  y sacrificios  ha logrado construir el magisterio dominicano en casi medio siglo de luchas y sueños y  desde  los cuales fomentan y sostienen principios de solidaridad, ayuda mutua y defensa del sector.

Los cuestionamientos  a la Cooperativa Nacional de Maestros, Inc.  (COOPNAMA) y a la Asociación Dominicana de Profesores, ADP, se producen a fuego cruzado  en una  conspiración que combina intereses de sectores empresariales, políticos gubernamentales e incluso de entidades de la sociedad civil,  que tienen un objetivo común: construir la falsa imagen de que estas instituciones perjudican al maestro, cuando nunca ha sido ni podrá ser así.

El lanzamiento de honor,  para que toda una batería se encuentre activada contra el magisterio y sus instituciones, fueron las acciones y denuncias  del propio Ministro de Educación,  quien abrogándose las facultades constitucionales del poder legislativo  impuso  regulaciones y se auto nomino administrador secuestrario en el uso que deben dar los maestros  a sus salarios,

Al tiempo que presentó estridentes denuncias dando cuenta  de que  había sacado de nómina a miles de maestros  que según él cobraban sin trabajar, para después tener que aceptar en privado que más del 95% de estos corresponden a  maestros que están prestando  servicios en un lugar aunque aparecen en la nómina de otro, que otra parte de ellos se encuentran  en licencia médicas  o  esperando que se les haga efectiva la jubilación,  luego de haber cumplido con el tiempo de servicio  requerido para tales fines.

El frente mediático tras el cual operan los  beneficiarios de un desmembramiento de la principal institución de economía solidaria del país, la COOPANAMA, manipula las  informaciones  sugiriendo  que dicha institución consume o maneja de dinero público, cuando lo cierto es que los recursos que recibe son por concepto de ahorros y compromisos contraídos por  los maestros y maestras con dicha institución y que han sido  ganados  con el sudor de frente,  al prestar un servicio,  que como el de la docencia, engrandece la patria.

En su edición del 11 de Octubre 2017, el periódico el día,  título en su primera plana: “Descuentos superan presupuestos 14 ministerios.

Coopnama recibe al mes RD$1,300 Millones.  Las retenciones hechas a los empleados de Educación representan el 20 por ciento de la nómina del sistema educativo” como vía para destacar un artículo  incluido en su página 4, calzado bajo la firma de Estarlin Taveras, que más bien parece la exposición de un guion preparado como antesala para  sostener ataques mayores a futuro.

Al comparar el monto que percibe la Coopnama  con el presupuesto de 14 Ministerios,  se podría estar buscando que los lectores infieran que se trata de dinero publico asignado a la cooperativa, en detrimento de las instituciones enlistadas en el referido artículo, cuando lo cierto es que se trata de aportes y pagos que los maestros realizan voluntariamente, cuya fuente es de origen privado  y que ha sido ganado honestamente,  por lo que tiene mala leche la afirmación  que  dice: ““Entre esos descuentos se encuentran deducciones a docentes que han contraído deudas superior al 90% de sus salarios,  montos que religiosamente  deben ser entregados  por educación a  la Coopnama”.

Demostrando desconocer  que existe una normativa legal que ordena a las instituciones públicas y privadas a retener y entregar las retenciones de los servidores de dichas instituciones que así lo autoricen y que estas no establecen  tope porcentual que limite dicho descuento.

Lo relevante seria  destacar  que el magisterio dominicano  tiene la capacidad de realizar aportes y pagos por RD$1,300 millones mensuales, usando apenas el 20% de sus ingresos y que es loable que lo haga en una empresa de  economía solidaria como la cooperativa, que es de su propiedad exclusiva donde ellos son los dueños y por tanto los únicos receptores del beneficio de sus servicios y del excedente de sus operaciones.

Lo correcto sería  felicitar la visión colectiva de los maestros al  construir  ese esfuerzo mutualista  que  le ha servido por más de 45 años de manera eficiente y solidaria,  cuando en el pasado ninguna institución bancaria o de financiamiento  reconocía a los maestros como sujeto de crédito,  dado sus bajos ingresos, situación que los llevo a fundar  su propio espacio para el  ahorro y crédito, que tiene como expresión a la  Coopnama.

Hoy, gracias a la importancia que la sociedad confiere de manera constitucional  a labor  de los docentes, debido en gran medida a sus luchas  por vía de la Asociación Dominicana de Profesores, ADP, se ha elevado  la inversión estatal en educación y aplicado una  mejoría en  los sueldos de los maestros, situación que ha dejado abierto el insaciable apetito de la boa bancaria, que aplicando las perversas practicas del  modelo de negocio capitalista,  ha encontrado “voluntarios”  para detractar  una institución, que pese a cualquier entuerto o distorsión  en su gestión, es un instrumento idóneo  que garantiza la participación de sus asociados donde ellos toman sus propias decisiones aplicando la democracia, al tiempo que contribuyen a incrementar  el ahorro nacional mejorando la calidad de vida de ellos mismos, que a fin de cuentas son lo que tienen el poder para  cambiar lo que sea necesario,  en el seno de la cooperativa.

Ojalá la dirección de Coopnama, las fuerzas  que  en ella cohabitan y los propios asociados, tengan la madurez para entender  a qué tipo de demonios se están enfrentando y tomen  los  correctivos necesarios,  para convertir estas amenazas en oportunidades, mejorando el desempeño de la entidad, fortaleciendo su institucionalidad y bajando al mínimo rentable  los precios de los  productos y servicios  que oferta,  para que los socios sientan más el orgullo  del que expresan por  pertenecer a la misma.

El autor es catedrático universitario y dirigente del PTD.

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