Diario Digital Dominicano, por Johnny Arrendel, Santo Domingo DN, 31 octubre 2017.-La degradación total entronizada en el área debajo de los elevados de la avenida 27 de Febrero expone todo nuestro atraso y carencias como sociedad.
Es uno los mayores contrastes que pueden registrarse en nuestro medio, comparar los aires de metrópolis, Naco o Piantini, del Polígono Central, con el aspecto tribal de la Duarte con Paris.
No hay evidencia alguna de ordenamiento municipal en ese antro de suciedad y caos.
Pero tampoco se dejan sentir los organismos de seguridad ciudadana.
La Policía y Amet son infuncionales allí.
Delincuentes pululan, asaltan y roban; amenazan con herir. Vehículos se estacionan como quiera.
Obras Públicas debería ocuparse de despejar esas vías, que son de uso público y de particulares.
Y qué decir de los ministerios de Salud Publica, de Agricultura y de Industria y Comercio?
Nadie puede asegurar la calidad de los alimentos que allí se venden.
Un lugar sin facilidades sanitarias donde permanecen centenares de vendedores, incluso con sus familias a cuestas.
Para resolver este problema se requiere de autoridades que piensen en grande, para canalizar el derecho de los venduteros a ganarse la vida pero con respeto a las leyes.
Sin embargo, no guardo muchas esperanzas de que se llegue a ese punto.
El alcalde David Collado jamás ha vuelto a referirse al problema que tocó varias veces en su campaña electoral.